Manifiesto “Mujeres Con Voz” 8 de Marzo
Los cuidados son esenciales para
el sostenimiento de la vida. Sin cuidados, no hay progreso, ni educación, ni
desarrollo. Este trabajo ha recaído históricamente y sigue recayendo sobre las
espaldas de las mujeres.
La lógica capitalista nos ha
convencido de que debemos cuidar gratis et amore, de que es una labor menor,
doméstica, periférica. El sistema es tan perverso que las personas cuidadoras
son las peor pagadas y las menos reconocidas socialmente.
¿Cuánto se paga por unas
mechas, una manicura francesa? ¿Y por que alguien cuide a una niña o un abuelo
una hora?
Los trabajos de cuidado se
realizan a menudo de puertas adentro, en los hogares. Así su visibilidad es
nula: ¿acaso alguien valora lo que no ve? ¿Lo que se da por hecho?
Nuestra reivindicación de hoy es
doble: visibilizar su importancia negada a través de los siglos y arrojar luz
sobre la labor las personas que trabajan en los cuidados y de sus condiciones
de trabajo. En la actualidad son mayoritariamente mujeres migradas quienes
realizan estos trabajos, esenciales para la subsistencia y el funcionamiento de
la sociedad.
La sociedad ha entendido que, si
lo que ocurre en una casa es violencia, no es
”Un problema de esa
familia" que no es "un asunto interno”, que "los
trapos sucios no se lavan en casa"Hemos entendido que humillar,
controlar, amenazar, golpear son formas de violencia. Y que las mujeres somos
objeto de violencias específicas. Porque la violencia campa a sus anchas en la
intimidad, en la oscuridad, de puertas para adentro. Porque es responsabilidad
de todas las personas reconocer y señalar la discriminación y la violencia.
Si en la empresa privada, las
mujeres cobramos menos por el mismo trabajo o sufrimos acoso sexual, ¿Qué no
sufren las empleadas de hogar? Sin sindicato, sin fichar, sin amparo durante las horas
de trabajo en un hogar ajeno...
En medio de la actual crisis
económica y social, somos conscientes de nuestra desprotección en el ámbito de
la empresa privada, pero ¿qué no nos harían nuestros jefes si
pudieran, hasta dónde llegarían si nadie se enterase, si el lugar de
trabajo fuera su casa?
Es urgente que revisemos nuestras
creencias y actuaciones, porque si algo hemos aprendido es que nuestro silencio
nos hace cómplices.
Hoy sacamos a las calles los
trapos sucios, invisibilizados por el capitalismo patriarcal, para reconocerlos
y reconocernos en nuestras posiciones y creencias.
Muchísimas gracias a todas vosotras por vuestros manifiestos y por el día tan precioso de este Domingo. Y agradeceremos por el espacio socio-cultural que ofrecéis al ciudadano. Un abrazo.
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